en Sliven, paramos el coche
en el pueblo de María.
Desayuno con leche y milinkaen casa de Donche,
diminuto paraíso encerrado
bajo bloques de hormigón armado.
Llegamos a Plovdiv: teatro romano
y palacetes de salones abigarrados,
la Filipópolis macedonia,
progenitora alejandrina imperial
sobre la Tracia inmemorial,milenaria y evocadora capital
de intelectual y exquisita urbanidad.
En dirección a Etar,
vagando por la carretera,
un paisano con sus vacasen aldea abandonada,
con un peta de maría
y una camiseta que proclama
en perfecto romance:
"De puta madre",
nos indica la salida.
¿Esto es la Hispania
o la Bulgaria?
La vida viajero,unos de ida
y otros de vuelta,
poniendo cerco
a sus dilemas.
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