que el alcalde
viene a por mí.
Ha colgado un cartel:
“si te trinco,te vas a reír de mí”.
Huy, huy, huy,
que el alcalde
se pone a pedir.
Afloja la bolsa
o en la lista vas a salir.
que el alcalde
quiere rifi rafe.
Que se compre un tití
y se ponga a discutir
con laude, su prima o Maitín.
Papo, papo, papo,
que el alcalde
se arranca bufando,cada vez que abre
la boca de sapo.
que el alcalde
aspira a ser recordado
como el edil más encrespado
de todos cuantos han gobernado.
Venga, toma, dame,
hasta aquí el derrame
con su dialéctica de capo,
sus esbirros desbocados,y el ciudadano vilipendiado.
directo, a la cara,
con la frente despejada
y la calva prolongada:
no hay breva que por primera
mudar quisiera en higo
que yo no pelara
antes de morderla.
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