El acuático interés que por lúbrica
boca se afana con despecho zambullido
la sirena encarnada del arroyo fementido,
sin tener que poner cloro al agua salina
empapa mi ardiente ripio acometido.
empapa mi ardiente ripio acometido.
Y puesto que no ha de ser pez
ni rosa sin espinas contenido,
y mas si no fuera porque se teje
el hablar de púas y de escamas la faz ,
siendo hombre de secano urdido,
con el ripio me
personifico salaz
y en figura literaria me permito
hacerme el travestido
en mujer de su mismo oficio,
pues tanta atención plenaria
por mi legal y discreta piscina
a considerar me obliga
por mi legal y discreta piscina
a considerar me obliga
si no esconde alguna libido
que yo, como fiera submarina,
que yo, como fiera submarina,
solo podría saciar
con ardiente y carnívoro instinto.
con ardiente y carnívoro instinto.
Cuando la corrupia boceras
se muestra en el pleno tan agraz
y aprieta sin piedad la solanera
a mí me da por rapear al compás
en mitad del acuático pilón,
cigarra altavoz de su atención,
con el estribillo de esta canción:
Una
vez me escupiste cenizas en los ojos
y
yo te dije sigue
Sigue
sigue sigue
Tú
me das malú
Malú
Malú
para llegar arriba
Malú
para llegar contigo.
Évame
malú.
(A Carlos Oroza)
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