sábado, 27 de febrero de 2010

Ripios del corregidor



Cuando la limpia mañana veas
por una nube enturbiada,
no lo dudes, es la nada
alumbrada por las teas
en el vuelo sin motor
de un señor
corregidor.

Cuantos desiertos recorras,
cuantas más arenas cribes,
nada más yermo describes
ni palabras más ceporras
que el inútil voceador
del señor
corregidor.

Cuando te duela el sonido
de los más preciados sueños
a los vientos perdidos,
no pongas ningún empeño,
son faenas de matador
de cierto
corregidor.


Cuando un chulo te patea
apoyado en un bastón,
el Estado por blasón
y la vista en la platea,
ten siempre mucho temor
al señor
corregidor.

Cuando los hombre mayores
su fanatismo incrementan
por creer lo que inventan
y endosarlo al por mayor,
se acerca devorador
todo un
corregidor.

Cuando los años pasen
y las canas celebremos
los pesebres no veremos
donde mansamente pacen
las ideas de gran valor
del dicho
corregidor.


Volvamos a nuestra historia,
hagamos nuestro quehacer
y dejemos en su noria
a los burros del poder
pastando su pensión al peor
señor
corregidor.

Cuando los pajarillos canten
y las nubes se levanten,
sobre el casco del minero
diremos al compañero
que el inhumano rencor
ya no
es corregidor.


Tributo a F. J. C. A. y al origen vicerreptor de los ripios.

viernes, 19 de febrero de 2010

Tirso de Movida



En la plaza de Tirso de Molina
una pintada sobre el hormigón reza
“la democracia apesta”,
y a fe mía que acierta
con tanta meada
regando las esquinas.
Ni el agua ni las flores
que alegres la engalanan
pudieran aliviar y limpiar
tan lapidaria sentencia
ni enmascarar la perfumería
de letrina tan infecta.


Preside Tirso mercedario
desde pedestal elevado
tan castizo decorado,
la CNT la fachada coronando;
trasiego de yonquis y expresidiarios,
putas, macarras e indigentes alunados,
negros, chinos y tristes jubilados,
jipis vagabundos y guiris despistados
en busca del Madrid más enrrollado.

El metro debajo pasa bufando,
mientras me piden tabaco
muy educados, eslavos desocupados.
Compro en las escaleras
paraguas y mecheros,
pañuelos que nunca estreno.
Centro de la moda madrileña,
urinario del planeta marginado.

De nuevo Apolo teatro,
entre Lavapiés y Embajadores platea,
mira Tirso ahora de soslayo:
burlador de Sevilla fuera
de dios tan inspirado,
hoy convidado de piedra
de elenco tan despiadado.

domingo, 14 de febrero de 2010

Clown inmobiliario



Inmueble situado en la calle Embajadores de Madrid,
frente al Teatro Pavón, donde se representa la obra
de Tirso de Molina El condenado por desconfiado.

De Valdeavero su geografía e historia por ser villa muy tranquila y meritoria


VII

Son los monjes del Monasterio de la Vid,
que en Osma de Burgos tienen sede matriz,
devotos de San Norberto tan afamados,
los que del poderoso conde y herederos
en 1.174 han sido muy piadosamente dotados
y dueños de Valdeavero han sido nominados,
hasta que en 1.220 el rey Fernando III
así lo deja refrendado en documento certero.


Los monjes de esta hacienda
poco fruto han logrado,
y en 1.311 a las monjas alcarreñas
de Santa Clara Alcolea,
su villa y su tierra,
por otras han cambiado.

De este acuerdo clerical
en 1.311 rubricado, aparece por vez primera
en pergamino expresamente nombrado
Valdeavero del alfoz de Alcolea señalado,
entre los de Guadalajara, Alcalá, Talamanca y Uceda.
Forman parte junto a éste comunidad
los pueblos de Torrejón, Ceñeque, Santa Catalina,
Galápagos, Valdemoro y Ribatejada además.

En 1.323 todo el término indicado,
de monjes a monjas antes permutado,
trueca de las monjas al cardenal primado,
el de Toledo, la curia de poder más elevado.


sábado, 6 de febrero de 2010

Beauty free















Lavapiés. Madrid. España. Enero 210.
Autora: Raquel Sacristán (
www.sakristan.com )

La archipámpana de Valdeavero



Tiesa y envarada
como la mojama,
fofa y lacia
hasta la petulancia;
qué jactancia
en la media distancia,
qué contrita y relamida
en la capilla,
qué arpía
en la oficina.

Viceberzas de trapisonda,
chusquera fementida,
baranda de la banda,
dicta, habla,
condena y supervisa
toda sospecha
y noticia desafecta
que no sea de su comba.

Zumaque bilioso,
no hay día ominoso
que creyéndose archipámpana
de ínsula tan descompuesta,
ande su pública excrecencia
dictando sentencias
mientras le crece la cuenta.

Cuando grande, quiero ser niño


Lavapiés. Madrid. España, 2010.