lunes, 26 de julio de 2010

La tanqueta municipal

El parque móvil municipal
se ha venido a dotar
con un nuevo artilugio
que sirve lo mismo
para escupir que para ladrar,
según convenga a la autoridad
u ordene la teniente enfilar.

La tanqueta municipal
no tiene nada que envidiar
a la parafernalia agropecuaria
habitual: tractores y cosechadoras
de línea ultraespacial,
teniendo una lengua tan larga
con la que las calles estercolar.

La tanqueta municipal,
nasía pa’ difamá,
va d’aquí pa’llá,
afanosa, tralarí, tralará,
con el trajín que da
apostarse en la plaza
para tomar nota y cuenta
de quién viene y a dónde va.

La autoridad municipal,
cuando no tiene basura
en la que rebuscar
saca presto la tanqueta
para que empiece a aboñigar:
arma de descomposición masiva
y sin desinfectar por donde aliviar
toda la excrecencia pública local.

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