miércoles, 14 de septiembre de 2011

Cristo y sus Hermanos


Por el Cristo que sudó sangre
cuando sus hermanos dormían
y luego huyeron cobardes.

Por el Cristo laborioso,
mientras sus hermanos pían
igual de ociosos que pretenciosos.

Por el Cristo esforzado,
que compartió con sus hermanos
todos los frutos cosechados.

Por el Cristo proletario,
frente a hermanos liberados
que hacen del credo sindicato de novenario.

Por el Cristo denodado,
que ofreció gratis el bien más preciado
y sus hermanos lo quieren tasado.

Por el Cristo transpirado,
y al primer resquicio
los hermanos le abandonan traicionado.

Por el Cristo escarnecido,
de ver al páter comulgando
con hermanos que alimentan al diablo.

Por el Cristo martirizado,
ay, si diera cuenta a Dios
de lo que hacen algunos de sus hermanos.

Por el sudor del Cristo,
qué sacrificio más elevado
para deudos tan ingratos.

¡Por el Cristo...
Viva el Cristo!

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