sábado, 29 de mayo de 2010

Aleluyas finas de las gloriosas hazañas y desvelos de Juan Martín Díez, El Empecinado

by Emo

Capítulo IV

En 1811 a coronel es ascendido
del Regimiento de Caballería
de Cazadores de Guadalajara,
y será incorporada su partida
en la 5ª División del 2º Ejército,
siendo ya de general su casaca.

Entre vítores, con Wellington
llega a la capital y corte
el 12 de agosto de 1812
persiguiendo a Pepe Botella
tras dolorosa derrota francesa
en los Arapiles salmantinos.

Sus campañas Aragón alcanzan,
Levante y hasta Portugal.
En 1812 libera Cuenca y Guadalajara,
y en 1814 es recompensado
con el grado de Mariscal de Campo
del Ejército Patriótico Nacional.

Por Real Orden, ese mismo año
se le concede que firme
con el sobrenombre “Empecinado”
en los documentos oficiales
y para sus descendientes
a partir de él.


El 13 de febrero de 1815,
vencido ya el francés,
a Fernando VII expone
un escrito donde pedía
que convocara Cortes
y la Constitución de 1812
aplicara sin distinción de ideologías.

El rey ofendido se muestra
y a Valladolid lo destierra;
le ofrece un millón de reales
título de conde y grande de España
si abandona sus principios liberales
y absolutista se proclama.

Contesta El Empecinado
al emisario que el rey envía
con estos fundamentos tan claros:
“Diga usted al rey que si no quería
la Constitución que no la hubiera jurado;
que el Empecinado la juró y jamás
cometerá la infamia de faltar
a sus juramentos”,
tales fueron sus razonamientos.
(continuará)

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