viernes, 11 de junio de 2010

Aleluyas finas de las gloriosas hazañas y desvelos de Juan Martín Díez, El Empecinado

by Emo

Capítulo V

Con el gobierno liberal,
en 1820 es nombrado
segundo jefe de la Capitanía
General de Castilla la Vieja.
También gobernador militar
de Zamora, tras las realistas partidas
del Cura Merino, que pasó
de guerrillero celebrado
a defensor del rey más tirano.

En 1823, tras la invasión
de los Cien Mil Hijos
de San Luis
, es el ultimo
en abandonar Valladolid,
capitula en Extremadura
y se va al exilio a Portugal.

Desde allí hace diligencias
para a España regresar
y en Aranda de Duero
le prometen que podría estar.
El 21 de noviembre de 1823
es apresado mientras dormía
en el pueblo segoviano
de Olmos de Peñafiel,
en casa de un pariente fiel.

Es entregado prisionero
al alcalde de Roa de Duero
Gregorio Gonzáléz,
que como fiera salvaje
en una jaula ante el populacho
por largo tiempo los días de mercado,
en la plaza mostrará vejado.



Domingo Fuentenebro, corregidor
y su enemigo absolutista declarado,
es nombrado comisario regio
para que urda el pleito.
En 1825 Fernando VII, el indeseado,
firmó su sentencia
de morir vilmente ejecutado
en la horca, que no fusilado,
ajeno a las peticiones de clemencia
de Carlos O’Donnell, laureado militar
carlista y su esposa Catalina.

(continuará)

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