sábado, 25 de julio de 2009

Toponimia rusticana


Dos oteros
tiene Valdeavero,
Cabeza Gorda
y el cerro Largo.
Uno mira al Torote,
el otro a los aviones
del cielo.

Las perdices cantando
por los Majuelos,
los corzos abrevando
en el barranco
de los Regueros.

Alberca vacía,
alberca llena
,
en la suerte
del Concejo,
que del Buril
también fuera.

Por el cerro
de La Peralba
cascabeles de retamas,
colores de aliagas
que la Rasa pintaran.

Del Frontal vengo,
a La Barga me llego,
de subir a las Cuevas
pasando por las Zorreras,
y de comer moras
por la Vega.
Valdepalominos
sembrado de piñas
plumas en el cerro
del Rayo, picos
en el cerro el Águila
pelo en el Rebollo,
rastrojos en Valhondo.

En Los Milagros
siembran garbanzos,
en los llanos de la Media Luna
plantan las aceitunas,
y en Casa Juliana
la tapia se desmigaja.
Mi rueda se acelera
entre cerros y veredas,
de la Zarza
al cerro Culebra,
por La Regalada
y Las Quemadas,
mientras en el Cerro
del Olivo,
silban al viento
los estorninos.

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